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 HISTORIA
Reseña Histórica
Una amplia región que comprende lo que hoy es el municipio, estuvo habitada por el antiquísimo pueblo hñahñu, que se le conoce como otomí, que es un vocablo náhuatl, derivado de otomitl, que significa sin asiento. Los hñahñu eran nómadas; de la región de los grandes lagos fueron desplazados a estas serranías a la llegada de tribus con mayor civilización y mejor preparados para la guerra.
Al consolidarse la Triple Alianza, en año 3 Tochtli (1430), los mexica dominan esta región y Cahuacán se convierte en cabecera de distrito tributario dentro del Estado de Tlacupan, con capital en la actual Tacuba.
Existen en el municipio 4 pueblos prehispánicos: Azcapotzaltongo, Cahuacán y Tlillan, vocablos en náhuatl que significan; “en los pequeños hormigueros, dueños de bosques, y en lo negro”; el otro es Magú, palabra en hñahñu con la cual dice “mi casa”. No obstante que esta fue una región otomí, existen nombres en náhuatl precisamente por la dominación ejercida por tribus con esa lengua.
A la llegada de los españoles a nuestra región, rápidamente se repartieron las tierras por medio de Mercedes Reales.
Los antepasados no se mostraron del todo sumisos con estos despojos, y a partir de 1537 litigaron por recuperar sus tierras y agua. Esta lucha duró casi 400 años, hasta cuando se inicia la dotación de ejidos, en muchos casos como San Miguel Hila y Los Comuneros, no se han resuelto.
Los grandes acaparadores de tierra en esa época fueron: Navarrete, dueño del molino del mismo nombre, que después se conoció como molino viejo y que finalmente fue la hacienda de San Ildefonso, que es donde existen los poblados de Barrón, Colmena y San Ildefonso con todas sus colonias, así como la colonia Vicente Guerrero y el fraccionamiento “Los Manantiales”.
Otro terrateniente de nuestra región fue Alfonso de Bracamontes y Dávalos “Conde de Miravalle”, dueño de la inmensa hacienda de “La encarnación”, que tenía más de 18 mil hectáreas.
Se tienen edificios coloniales como las parroquias de Santa María Magdalena en Cahuacán, la de San Pedro Apóstol y la de San Miguel Hila, así como una parte del casco de la hacienda de “La encarnación”.
También de la época colonial, data el documento que mantienen en su poder los vecinos de San Francisco Magú, en que un virrey los exime del pago de impuestos a la corona española, como ese ordenamiento ha sido ratificado posteriormente, aún tiene vigencia.
En el año de 1820, casi para finalizar la época colonial se crean dos municipios: el de Monte Alto, con el territorio que hoy ocupan los municipios de Isidro Fabela y Xilotzingo y el de Monte Bajo, con el espacio geográfico que ocupa el municipio de Nicolás Romero y parte de lo que actualmente es Atizapán de Zaragoza.
El primer presidente municipal fue el coronel de caballería don Jesús Gómez de Aguado, que había luchado en las fuerzas del padre de la patria Miguel Hidalgo.
Se ha tomado como fecha de creación del municipio el 29 de junio, que coincide con la festividad del Santo Patrono.
El 18 de abril de 1898, por decreto No. 38; el pueblo de Monte Bajo, cabecera del municipio del mismo nombre es elevado a la categoría de villa con el nombre de Villa Nicolás Romero.
El 11 de septiembre de 1998, por decreto No. 63, la Legislatura Local, gracias a gestiones del actual ayuntamiento, aprueba que Villa Nicolás Romero sea elevada a la categoría de ciudad.
El siglo XIX es sumamente convulso en nuestra patria, de 1824 a 1876 que se inicia el Porfiriato, hay 54 presidentes, se ensayan 7 constituciones; hay hechos de armas y pronunciamientos en toda la república y nuestro municipio no fue la excepción.
En el lapso citado, hay una lucha interna llamada Guerra de Reforma, un imperio encabezado por Maximiliano de Habsburgo y nuestro país sufre tres invasiones militares extranjeras.
A pesar de todo lo anterior, es en 1847, en plena intervención norteamericana, cuando aquí se inicia la industrialización, al funcionar las industrias textiles de “Molino Viejo”, hoy la Colmena y la de Río Grande en San Ildefonso, que aún sigue produciendo.
La fábrica de hilos de Barrón, funciona a partir de 1852. En 1848 había 4,665 habitantes en el municipio. Estas industrias fueron determinantes para la economía de amplia región e influyeron en el aumento de la población municipal.
En 1859, de la fábrica de “Molino Viejo” salió Nicolás Romero a engrosar las filas juaristas enfrascadas en la Guerra de Reforma.
De las tres industrias textiles sólo sigue funcionando “San Ildefonso”, que cumplió ya 150 años y se ha convertido en una importante generadora de divisas ya que exporta sus casimires a diversas partes del mundo.
La época histórica conocida como el Porfiriato dura de 1876 a 1911, con una sola interrupción, de 1880 a 1884 en que Manuel González, compadre de Porfirio Díaz, ocupa el poder.
Al inicio del porfiriato nuestro municipio ya tenía 8949 habitantes y seguía llamándose Monte Bajo.
El 18 de abril de 1898, por decreto No. 38, la Legislatura Local aprobó que el pueblo de Monte Bajo, cabecera de la municipalidad de ese nombre, fuese elevado a la categoría de villa con el nombre de Villa Nicolás Romero.
En el año de 1900, principia a trabajar la industria papelera El Progreso Industrial, en ese mismo año llega el Ferrocarril de Monte Alto al antiguo pueblo de San Pedro Azcapotzaltongo.
Para el año 1900, aquí contábamos con energía eléctrica, San Ildefonso ya había instalado las plantas de Villada, Tlillan y Fernández Leal, el fluido se distribuía en amplia región.
En 1903, el ferrocarril de Monte Alto se amplia hasta El Progreso Industrial. En 1906 nace la Sección de San Ildefonso de la liga de Electricistas, aunque existe el antecedente que desde el siglo pasado había organizaciones obreras llamadas mutualidades, que agrupan a los trabajadores textileros.
El 15 de Septiembre de 1910, se inaugura el Teatro Centenario, que funcionaba también como escuela, ahí asistió Fidel Velázquez a recibir instrucción primaria.
Ese teatro está ligado a la historia de nuestro municipio, ahí actuaron muchos de los habitantes del mismo. Fue cuartel en la revolución, ahí se reunieron los sindicatos, hubo peleas de box, funcionó el primer cine de la población y se celebrar los festivales de fin de cursos.
Nunca se le dio mantenimiento y a finales de la década de los cincuentas comienza a mostrar signos del abandono en que lo tenían y durante 30 años se deja destruir aún más. Por instrucciones del Lic. Luis Donaldo Colosio Murrieta, se reconstruye en 1993.
Al inicio del movimiento armado, en el municipio, no se escenificaron batallas ni levantamientos armados; sin embargo, conforme fue avanzando el movimiento revolucionario, esta zona fue adquiriendo importancia estratégica, por las fábricas, el ferrocarril y por ser puerta de entrada a la zona zapatista de Santiago Tlazala y Xilotzingo.
A partir de 1913, los pueblos del municipio fueron escenario de combates y lo mismo eran tomados por los revolucionarios, que por quienes los combatían. De esta época es otro de los personajes históricos, el general zapatista Leopoldo Acevedo, que murió en combate contra las fuerzas del entonces mayor Antonio Ríos Zertuche, en los montes de Tlazala, en Septiembre de 1916. La revolución termina con conquistas sociales plasmadas en la constitución de 1917, como las garantías individuales, como el artículo 3º, que garantiza la educación gratuita, el 27 que defiende nuestro territorio, y el 123 que regula las relaciones laborales, etc.
Al terminar la revolución mexicana la calma no retornó de inmediato al municipio, los encuentros armados y los conflictos estaban a la orden del día. El país se encontraba sumido en profunda crisis económica, escaseaban los comestibles, había epidemias y las inconformidades solo requerían de un pequeño incentivo para salir a flote. En 1932, se organiza la sección sindical de Progreso Industrial. En 1940, el 7 de abril deja de funcionar el ferrocarril de Monte Alto. En la década de los cincuentas, la Compañía de San Antonio de Abad, S.A. deja de operar las fábricas de Barrón y Colmena. Finalmente estas industrias cierran en la década de los sesentas.
Entre quienes han contribuido al progreso del municipio están incluidos desde luego, la gran mayoría de quienes han dirigido los destinos del mismo, los que han luchado en sus comunidades por la electrificación, escuelas, agua potable, drenajes, pavimentación de calles, por promover cultura, etcétera.
También los inversionistas que han creado fuentes de trabajo; quienes han publicado libros, los dedicados a la educación, en resumen, todos los que con buena voluntad y entusiasmo han buscado la superación de sus conciudadanos.
De la época moderna, en la cronología histórica, se reseñan los hechos más relevantes de los que se conserva registro, más que probable es seguro, que alguna de las pequeñas acciones que se han perdido con el paso de los años, contribuyeron o hasta fueron determinantes en su momento, para el beneficio colectivo, por ejemplo la construcción de un puente que hoy ya no se usa.
Al inicio de la década de los sesentas se aplica en la cabecera municipal, el Plan Echeverría de Remodelación de Pueblos, gracias a ello, se pavimentó la Avenida Nicolás Romero, se remodeló el Jardín Hidalgo, se construyeron guarniciones, banquetas, y algunas obras más que embellecieron la Villa Nicolás Romero.
Coronel Jesús Gómez de Aguado.
Luchó al lado de los patriotas encabezados por Don Miguel Hidalgo; fue nuestro primer presidente municipal en 1820 (      -1851).
Coronel Nicolás Romero.
En 1859 abandonó la fábrica de "Molino Viejo" (hoy la Colmena) para engrosar las filas juaristas, posteriormente combatió a los invasores franceses quienes terminaron fusilándolo. Está declarado Benemérito del Estado de México desde 1868 (1827-1865).
Profr. Daniel Delgadillo.
Realizó numerosos aportes a la educación, autor de libros didácticos como: Leo y Escribo, Poco a Poco, Adelante, (1872-1935).
General Leopoldo Acevedo. 
Revolucionario zapatista, precursor del reparto de tierras (       -1916).
Profra. Josefa López Rábago.
Durante más de 30 años fue maestra en la primaria de El Progreso Industrial, cofundadora en 1923 de la revista IRIS (1880-1940).
Fidel Velázquez Sánchez.
Fue el líder obrero más importante de México (1900-1997). 
Profra. Brigida Miranda Domínguez. 
Ha dedicado más de 75 años a la educación (1906-        ).
Profr. Cirino Gómez Baca. 
Durante más de 65 años impartió clases (1906-1996).
Victoriano Zavala Pineda.
Líder obrero, cofundador de la sección sindical de El Progreso Industrial, varias veces regidor del ayuntamiento local (1914-1978).
Gregorio Zahuna.
Luchador obrero textilero, desde los primeros años del siglo XX, hasta la década de los treintas.

 

Cronología de Hechos Históricos
 

 

Presidente
Periodo
Hilario Mirafuentes S./ Ismael Gil González
1955-1957
Luis Barrera Miranda
1958-1960
José Carrasco Monroy
1961-1963
Reynaldo García Rueda
1964-1966
Salvador Angulo Navarro
1967-1969
Luis Gómez Andrade
1970-1972
Arturo Sánchez Barrales
1973-1975
Alfonso Vargas González
1976-1978
Guillermo Sánchez Barrales
1979-1981
Fidel Chávez Guzmán
1982-1984
José Luis Rosas Mirafuentes
1985-1987
Francisco Rosas Martínez
1988-1990
Carlos Chávez Rodríguez
1991-1993
Fidel Chávez Guzmán/Carlos Sánchez Martínez
1994-1996
Domingo de Guzmán Vilchis Pichardo
1997-2000
Gabino Jasso Aguirre
2000-2003
Rafael Barron Romero 2003 - 2006
Martin Sobreyra Peña
2006-2009

Alejandro Castro Hernandez 2009 - 2012
Año
Evento
1533
Se funda la parroquia de San Pedro Apóstol, el 29 de junio.
1537
Se emite Cédula Real que ampara 3 caballerías de tierra por cada viento, partiendo de la ermita para usufructo de los naturales.
1568
Se da cumplimiento a la Cédula Real de 1537, el 2 de enero.
1740
El virrey Juan Antonio de Vizarrón, concede exención de impuestos a los habitantes del poblado de San Francisco Magú, el 18 de junio.
1820
Se instala ayuntamiento en Monte Bajo, que es el nombre que se le daba a nuestro municipio.
1827
En el poblado de Nopala, hoy estado de Hidalgo el 6 de diciembre, nació Nicolás Romero.
1846
Se inicia la industrialización en nuestro municipio al firmarse el 19 de mayo, acta notarial en la que se renta la hacienda de San Ildefonso.
1851
11 de octubre, fallece el coronel Jesús Gómez de Aguado, quien fue nuestro primer presidente municipal.
1859
Nicolás Romero, sale de la fábrica de Molino Viejo, hoy la Colmena a engrosar las filas juaristas y participa en la Guerra de Reforma.
1865
Es fusilado por invasores franceses, el coronel Nicolás Romero, el 18 de marzo en la plazuela de Mixcalco.
1868
El 7 de enero, por decreto No. 3 de la Legislatura Local, el coronel Nicolás Romero es declarado Benemérito del Estado de México.
1871
El día 1º, el Lic. Benito Juárez, ratifica la exención de impuestos al poblado de San Francisco Magú.
1881
Los vecinos de San Francisco Magú, San José El Vidrio, El Ocote y los Duraznos, realizan gestiones para erigirse en municipio; 27 de agosto.
1898
El 18 de abril, por decreto No. 38 de la Legislatura Local, el antiguo pueblo de Monte Bajo, cabecera del municipio del mismo nombre, es elevado a la categoría de villa, con el nombre de Villa Nicolás Romero.
1899
Se funda el poblado de El Progreso Industrial, cuando el industrial Alberto Lenz, adquiere el 26 de enero, el predio "La Joya del Tejocote", para instalar una industria papelera.
1900
El 3 de marzo, obtiene su título el primer médico que se instaló en el municipio.
1900
Nace en Villa Nicolás Romero, Fidel Velázquez Sánchez, quien pasado el tiempo se convertiría en importante líder obrero.
1903
En este año se inaugura la vía del ferrocarril de Monte Alto, a El Progreso Industrial.
1904
El 21 de abril, se fusiona la industria papelera El Progreso Industrial, con la Cía. de las fábricas de papel de San Rafael y Anexas, S.A.
1910
El 15 de septiembre se inaugura el teatro Centenario.
1913
Cuerpo de voluntarios acantonado en El Progreso Industrial se levanta en armas, el 14 de junio.
1915
El 15 de mayo el general zapatista Leopoldo Acevedo, data de un terreno ejidal del rancho "La Concepción" a vecinos de Villa Nicolás Romero; esta dotación se revocó.
1915
El mayor Antonio Ríos Zertuche, toma la cabecera municipal, en un combate que inició en "El Pedregal" y terminó en el centro de Villa Nicolás Romero. Por primera vez en nuestro rumbo se usaron cañones. Esto ocurrió en 14 de agosto.
1916
23 de septiembre, en combate pierde la vida el general Leopoldo Acevedo.
1917
El 21 de mayo, se firma convenio postrevolucionario entre obreros textileros y empresarios para normar salarios.
1919
El 22 de febrero, incidente en la fábrica de la Colmena. Los obreros se amotinaron porque se les impidió izar a media asta el Lábaro Patrio.
1919
El 25 de febrero, se envía telegrama a don Venustiano Carranza, avisándole que se restituyeron tierras al ejido de Cahuacán.
1923
15 de marzo, dotación de 352.85 has. Al ejido de San Miguel Hila.
1925
10 de mayo, se funda la asociación de charros de Cahuacán, Pablo Ramos, A.C.
1926
22 de julio, se dota al ejido de Villa Nicolás Romero, Méx. Con 1088 has.
1926
26 de agosto, se dota al ejido de San José el Vidrio de 234 has.
1932
26 de agosto, nace la sección sindical de El Progreso Industrial.
1932
22 de septiembre, se dota al ejido de San Francisco Magú de 785 has.
1935
27 de septiembre, se inunda el poblado de San Ildefonso.
1935
18 de octubre, fallece en la ciudad de México, el Profr. Daniel Delgadillo.
1937
14 de abril, se dota de ejido al poblado San Juan de las Tablas con 618.4 has.
1937
14 de abril, se dota de ejido a San José El Vidrio, con 520,02 has.
1939
8 de marzo, por resolución presidencial se restituye al pueblo de Transfiguración de 1541.59 has. de terreno ejidal.
1940
7 de abril, fue el último día en que se corrieron trenes del ferrocarril de Monte Alto.
1940
12 de diciembre, fallece la Profra. Josefa López Rábago.
1941
1 de octubre, ampliación del ejido de San Miguel Hiña, con 90.67 has.
1965
Dejan de funcionar las industrias textiles de Barrón y la Colmena.
1971
3 de junio, el Lic. Luis Echeverría Alvarez, decreta que como las costumbres se hacen leyes, los habitantes de San Francisco Magú, conserven la exención de impuestos otorgada en la época virreinal.
1977
3 de noviembre, se inician los cursos de la preparatoria "Nicolás Romero".
1978
24 de junio, se inaugura el primer banco en el municipio.
1978
1 de julio, se inaugura la carretera que nos une con Tlazala.
1978
5 de julio, se inicia la construcción del sistema de agua potable de Barrón, Méx.
1978
5 de julio, se inaugura la unidad deportiva y cultural "Dr. Jorge Jiménez Cantú".
1980
16 de junio, se colocó la primera piedra del edificio para la preparatoria "Nicolás Romero".
1982
15 de octubre, Cabildo Público, al que asistió el C. Fidel Velázquez y se cambió el nombre de la plaza cívica.
1982
15 de octubre se colocó la primera piedra de la unidad INFONAVIT de El Progreso Industrial.
1989
Del 1 al 15 de octubre, se celebró el primer festival Cultural "Daniel Delgadillo".
1990
6 de diciembre, por primera vez se realiza la presentación formal de un libro, este fue "En los Pequeños Hormigueros".
1991
1 de enero, se inaugura la moderna carretera que nos une a Atizapán de Zaragoza.
1991
25 de mayo, se consagra la parroquia Ntra. Sra. de los Dolores, de la Colmena, que fue remodelada.
1992
8 de agosto, se transmite por canal 9 de TV, el programa "Mi Barrio", el último programa televisivo producido en nuestro municipio.
1994
8 de enero, se reinaugura el Teatro Centenario, reconstruido por instrucciones del Lic. Donaldo Colosio.
1995
9 de enero, se inaugura la Universidad Tecnológica Fidel Velázquez.
1996
10 de noviembre, por primera vez en la historia municipal el PAN gana la elección del Ayuntamiento.
1997
21 de junio, falleció en México, D.F. el líder obrero Fidel Velázquez Sánchez.
1998
11 de septiembre, por decreto No. 63 la Villa Nicolás Romero, es elevada a la categoría de ciudad.
1998
15 de septiembre, se pone en servicio la rehabilitación del Teatro Centenario.
1999
5 de febrero, se inaugura el primer centro comercial en el municipio.
1999
7 de marzo, se inaugura el Jardín del Arte.
Al confrontar los bajos índices de criminalidad y vandalismo con los altos índices de marginación educativa, el resultado demuestra que el municipio de Nicolás Romero se encuentra ante una coyuntura históricamente ideal para sentar las bases de un progreso educativo racional envidiable para toda la República. La coyuntura se presenta en 1995 con la fundación de la Universidad Tecnológica y, dos años después, con la creación de la Universidad Autónoma del Estado de México, en los límites del territorio. Si bien la lógica obliga que todo proceso educacional se inicie en el nivel preescolar y culmine, para la mayoría de la población, al terminar la universidad, mediante un proceso continuo de los niveles escolares de primaria, secundaria y preparatoria sin interrupción; entonces, la creación de la Universidad Tecnológica se realizó contra toda la lógica de este proceso educativo. Desde su gestión hasta su creación por la administración de Fidel Chávez Guzmán, tuvo como único objetivo ser tan sólo un monumento a Fidel Velázquez; fue producto del populismo gubernamental y no la posibilidad material de culminación del proceso educativo para los jóvenes del municipio. Para 1995, el sistema educativo municipal sólo contaba, de manera racional, con una sola preparatoria por cooperación, dos particulares y un CONALEP que aún no tenía acceso a la educación superior. Por ende, al carecer de una infraestructura de nivel medio superior viable para los jóvenes del municipio, la política populista de la administración cetemista cumplió con su objetivo pero dejó al margen de la educación superior a toda la población de Nicolás Romero. Prueba de ello son los pocos alumnos del municipio que tienen acceso a ella.
Si bien en ese año se crea el CECyTEM, y dos años después el CONALEP logra su ingreso al nivel superior, la capacidad de estas cinco escuelas es para el periodo escolar 1998-1999 insuficiente para absorber al 80% de la población que egresa de las secundarias.
Con el establecimiento de la unidad profesional de la Universidad Autónoma del Estado de México dentro de los límites del pasaje mínimo de transporte, el obstáculo más grave a salvar por los estudiantes, después de la secundaria y después de aprobar el examen único de admisión a la preparatoria, es la falta de un ingreso mínimo para poder estudiar este nivel fuera del municipio. En tanto que un Colegio de Bachilleres costaba $7.00 por semestre, los jóvenes de Nicolás Romero necesitan $85.00 semanales, exclusivamente para asistir a clases, y esto sólo en el caso de estudiar en el más cercano que se encuentra en ciudad Satélite.
Por lo tanto, para el siglo XXI estas universidades están muy lejos de las posibilidades de los miles de jóvenes que egresan de secundaria.
Si a esta coyuntura le sumamos la población analfabeta, que de acuerdo al INEGI era de 10,000 personas en 1995 y que en 1998 sólo representaban el 2.8% de la población, y si además consideramos que corresponden a la población indígena del municipio y que son mayores de edad, al graficarse la problemática educativa con el total global de la población da los siguientes resultados:
Este porcentaje determina por sí solo que, en el aspecto social, el problema más grave a resolver es la falta de una infraestructura del nivel medio superior, acorde a la población que egresa del medio básico.
Esta coyuntura está favorecida por la situación geográfica en que se encuentra el municipio, como límite entre la mancha urbana y la zona rural. Su crecimiento caótico determinó que para 1998 la estructura urbana de vías de comunicación sólo conste de cuatro carreteras vecinales para la comunicación respectiva con sus vecinos: con la zona rural se comunica a partir del fraccionamiento Loma del Río con el municipio de Isidro Fabela, de Progreso Industrial hacia Villa del Carbón y de San Francisco Magú a Tepotzotlán. Hacia la zona urbana sólo cuenta con un camino vecinal para la comunicación con Cuautitlán Izcalli y una sola vía de comunicación, la más importante de todo el municipio, para comunicarse a través del municipio de Atizapán de Zaragoza con Cuautitlán México, Naucalpan, Tlalnepantla y el Distrito Federal. Sin embargo, de la misma manera en que Atizapán es el paso obligado para el comercio de Nicolás Romero, éste también es el paso obligado para el comercio de los municipios rurales.
Si bien esta infraestructura urbana de vías de comunicación ha impedido un desarrollo económico autónomo, también ha impedido el desarrollo contestatario que acarrea el enfrentamiento de la tecnología con el bajo nivel educativo de la población, como sucede en los municipios de Naucalpan, Nezahualcóyotl y el Distrito Federal, entre otros.
Al mismo tiempo, la distribución geográfica de la población al interior del territorio cuya orografía, después de la caída económica a partir de 1945, con la desaparición del ferrocarril de Monte Alto, no permitió nuevas alternativas de desarrollo industrial porque la poca extensión territorial factible para ese desarrollo fue frustrada por los asentamientos irregulares de la tierra. El proyecto de la Vía Corta a Morelia fue impedido por los asentamientos irregulares que actualmente conforman las colonias Granjas de Guadalupe, Bosques de la Colmena, Flores Magón, Jiménez Cantú, Libertad y Santa Anita la Bolsa. Después, la zona industrial se obstruyó por los asentamientos irregulares de las colonias Ampliación Libertad, Ejido Azotlán e Independencia entre otras. Estos factores han determinado que aún a fines del siglo XX exista una cultura provinciana (por ejemplo, la obstrucción que se hace de las arterias viales por las defunciones y por los festejos de la Semana Santa en Progreso Industrial, o bien los mítines populistas fuera del Estado de Derecho que se pretenden políticos). Prueba de ello es el hecho de que la zona rural, como son los pueblos de Transfiguración, San Francisco Magú, San José el Vidrio y Cahuacán aún conserven fuertes reminiscencias de sus propios usos y costumbres.
Estos factores han contribuido a que, a pesar del alto índice de jóvenes que se quedan sin escuela, se mantengan bajos los índices de criminalidad. Y en tanto que la mancha urbana no rebase al municipio de Nicolás Romero como límite geográfico, persistirá esta coyuntura como la balanza que decidirá el futuro de los jóvenes para bien o para el mal de todo el municipio.
Otra característica que contribuye para la existencia de esta coyuntura es el condicionamiento que hacen los directores escolares sobre la educación gratuita, al exigir un pago bancario para inscribir en las escuelas oficiales a los alumnos. Condicionamiento que se realiza en franca contraposición de la Ley General de Educación de 1993 y del mismo artículo tercero constitucional, situación que llegó a su clímax en agosto de 1998. Sí bien el 10 de noviembre de 1997 el Congreso del Estado aprueba la Nueva Ley de Educación del Estado de México, en la cual se prohibe el condicionamiento al derecho a la educación y el Jefe del Ejecutivo Municipal anuncia oficialmente el presupuesto destinado al sector educativo de cinco millones de pesos, en agosto, al iniciar el nuevo periodo escolar, no solamente se condicionó este derecho, sino que también se utilizaron la cohersión y las amenazas por parte de los directores escolares sobre los padres de familia para obligarlos a pagar una inscripción escolar anticonstitucional, aumentándola también desde $150.00 hasta $280.00 bajo la discreta complacencia del Ayuntamiento. Dos factores han influido para que se dé este fenómeno:
Primero: el bajo nivel académico del sector magisterial, que se conjuga al mismo tiempo con el bajo nivel de los padres de familia y, como consecuencia, el desconocimiento de ambas partes en cuanto a la norma jurídica y la aplicación de las leyes para conformar un verdadero Estado de Derecho, así como también la falta de instrumentos técnicos para realizar el mantenimiento de las escuelas conforme al espíritu de las leyes.
Segundo: la falta de coordinación entre el sector educativo y las sociedades de padres, por parte de los ayuntamientos. Para abril de 1999, tanto el gobierno municipal como las autoridades educativas continúan ignorando la existencia de la función tan importante que tienen las sociedades de padres de familia en el quehacer educativo porque, por una parte, las autoridades educativas las han relegado a una función meramente burocrática para la realización de eventos sociales, como los festejos del día de las madres, el maestro y de fin de cursos y, por otra parte, que la falta de cursos de capacitación a éstas por parte del Ayuntamiento, tanto en materia jurídica sobre los derechos constitucionales de los niños como administrativa para lograr una mayor captación de recursos económicos para las escuelas, así como una administración adecuada de esos recursos sin la intervención de las autoridades educativas.
Lo anterior ha dado como resultado otro fenómeno social que es completamente diferente a lo establecido por el Estado de Derecho: la privatización de la educación pública por parte de las autoridades escolares. De los 5,912 que egresaron del nivel primaria en 1997, solamente 5,261 ingresaron a la secundaria, de tal suerte que a 651 niños les fue negado, con la autorización correspondiente del H. Ayuntamiento, su derecho constitucional de la educación. Pero esta privatización radica, principalmente, en la facultad que el estado le otorgó a las escuelas para satisfacer sus particulares necesidades de mantenimiento, sin prever la posible usurpación de funciones que los directivos escolares harían de esta facultad, ya que de acuerdo a la ley, recaería en las sociedades de padres de familia para que a este efecto los directivos y docentes escolares cuenten con los apoyos necesarios de la comunidad y liberarlos de cualquier situación ajena que pueda intervenir en el proceso educativo.
Sin embargo, la falta de planeación, así como de un nivel educativo conveniente por parte de las administraciones públicas, contribuyeron al desarrollo y creación de esta privatización que, curiosamente, se estableció a partir de la publicación en el Diario Oficial de la Ley General de Educación en l993, la cual faculta a los ayuntamientos como autoridades educativas con la suficiente autoridad para evitarla. Otro factor que contribuye a esta coyuntura y agrava aún más la problemática de la educación, lo constituye la característica económica de ser un municipio dormitorio. La falta de una infraestructura industrial que pueda absorber la mano de obra que egresa del nivel medio básico y que, por lo tanto, también obliga a una migración diaria hacia otros municipios en busca de fuentes de trabajo, ha dado como resultado otro fenómeno social que ha desvirtuado completamente la función de la escuela. Esta situación es similar a la que provocó la Revolución Industrial, donde el objetivo de vida era vivir para trabajar. Si bien la legislación establece 40 horas laborales, los habitantes de Nicolás Romero requieren al menos de 15 horas más para trasladarse a sus fuentes de trabajo, sin contar con congestionamientos de tráfico, accidentes, contratiempos, ni horas extras, lo que reduce aún más el tiempo de comunicación con la familia. Sin embargo no es este el problema en sí de tal desvirtuación de la escuela, sino la ausencia de la familia nuclear en la composición de la estructura social: el aumento de la maternidad entre las adolescentes por la falta de incentivos escolares de nivel medio superior y la falta de expectativas laborales; la disolución del vínculo matrimonial por la falta de expectativas económicas y la consecuente creación de un enorme ejército de madres solteras; la migración diaria de fuerza de trabajo con la consecuente pérdida del poder adquisitivo del salario, provocada por el costo excesivo del uso del servicio de transporte público, han conllevado a que los padres de familia le asignen a las escuelas la función de simples guarderías.
 

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