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19°37'N 99°18'W.
Nicolás Romero es un municipio conurbado e integrado en la cuenca del Valle de México, presenta una problemática ambiental típica de la zona metropolitana; y, contribuye a la calidad del aire con las emisiones contaminantes generadas en su territorio municipal.




El municipio que hoy es conocido como Nicolás Romero, anteriormente se llamaba Atzcapotzaltongo Se localiza en la sección occidental de la cuenca del Valle de México y pertenece a la región II, de Zumpango y XIII distrito judicial de Tlalnepantla. La superficie del territorio de Nicolás Romero es de 233.508 Km2 (Nomenclator de localidades del Estado de México, 1995), lo que representa el 1.05% del total de la superficie del Estado de México.


Toponimia
El nombre más antiguo que se conoce al municipio es Azcapotzaltongo, palabra de origen náhuatl y término conocido como aztequismo, formado por los siguientes vocablos:
Actualmente al municipio se conoce con el nombre de Nicolás Romero. Este nombre lo lleva para honrar la memoria del coronel Nicolás Romero, quien participó en la llamada Guerra de Reforma al lado de las fuerzas juaristas.
Posteriormente, Nicolás Romero, combatió a los invasores franceses, a los que propinó numerosas derrotas; finalmente, éstos terminaron fusilándolo el 18 de marzo de 1865 en la Plazuela de Mixcalco: lo anterior ocurrió en el periodo histórico registrado como segundo imperio.
Al municipio se le ha conocido, con los siguientes nombres:
AZCAPOTZALTONGO, en la época prehispánica; SAN PEDRO AZCAPOTZALTONGO, durante casi todo el periodo colonial; MONTE BAJO, de 1821 al 18 de Abril de 1898, en que por decreto No. 38 de la Legislatura Local, la cabecera municipal de Monte Bajo, conocida como pueblo del mismo nombre, es elevado a la categoría de villa y se le denomina Villa Nicolás Romero.
Es a partir de 1900, en que al municipio se le principia a llamar Nicolás Romero, nombre que hasta la fecha conserva. Aunque se debe aclarar que no existe un decreto que cambie el anterior nombre de municipio de Monte Bajo.
El 11 de septiembre de 1998, por decreto No. 63 de la Legislatura Local, y por gestiones del Ayuntamiento 1997/2000, la cabecera municipal fue elevada a la categoría de ciudad y actualmente se conoce como Ciudad Nicolás Romero.
AZCA-PUTZAL-TON-CO
Azcatl:  hormiga.
Putzalli: tierra levantada, terreno.
Tontli: (radial) diminutivo.
Co:  lugar, en
Por lo que Azcapotzaltongo, según el Dr. Cecilio A. Robelo, se debe traducir como “en los pequeños hormigueros”.
En 1995, Nicolás Romero tenía una población 237,064 habitantes (Conteo de Población y Vivienda del Estado de México), con una densidad poblacional de 1,015 hab./km2. a alta densidad urbana ha sido producto de un constante proceso de ocupación del suelo por asentamientos irregulares, los cuales tienen como promotor la demanda de suelo barato. En la década de los 70’s, la tasa de crecimiento fue del 9.0%, y en los años 80’s bajo al 5.0%.
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) establece en 1995 una población en Nicolás Romero de 125,378 hombres y 126,065 mujeres, es decir un 0.54% más de mujeres, contra la estadística de inscripción educativa municipal del periodo escolar 1996-1997, que registra una población de 29,698 hombres y 27,922 mujeres lo que significa un 5.9% mayor de hombres. Si tomamos como modelo la generación registrada por INEGI en 1990, de 2,842 hombres y 3,100 mujeres, la inscripción de esa generación a primer año de primaria en 1996 registra 3,800 hombres y 3,584 mujeres, es decir, un 10.8% mayor al conteo de INEGI.
Si consideramos que la población de Nicolás Romero era de 70,000 habitantes hasta 1968, con la inmigración, las invasiones de tierra y la actual tasa de natalidad, la población creció en un 200% en menos de treinta años. Lo que equivale a decir que de 1900 a 1968 la población aumentó en un 20.8% y de 1969 a 1997 en un 200%.
Otro factor lo señala el hecho de que INEGI registra en 1959, a 3,321 nacimientos, y en 1960 a 11,032, indicando que el número de nacimientos creció, tan solo en un año, en un 332%. Sin embargo; esta cifra no concuerda con la primera ola de inmigración, que sucedió después de 1965, y que provino de las colonias Bondojito y Candelaria de los Patos, del Distrito Federal, conformando la actual colonia de Francisco Sarabia, denominada como el Puerto de Chivos.
Nicolás Romero, a febrero de 1998 es un municipio con una población contable de 336,174 habitantes y tal vez mayor a los 350,000, diseminados en un territorio de 233.51 kilómetros cuadrados, dos veces mayor que el territorio de Tlalnepantla; con una tasa de crecimiento del 5.2%, muy superior a la nacional del 2.7%, lo que significa que el aumento de ésta es contraproducente a la extensión territorial, porque carece de una infraestructura económica viable para absorber dicho crecimiento poblacional, amén de la orografía que dificulta la creación de esa infraestructura.
Del total de la población una tercera parte está constituida por jóvenes menores de 20 años de edad. Hasta noviembre de 1997 se contaba con 116,414 menores de dieciocho años, de los cuales, en junio del mismo año, 57,620 se encontraban capturados en el sistema educativo municipal y, para septiembre, eran 59,907.
En términos globales, aproximadamente 189,000 personas se trasladan diariamente a los municipios aledaños y al Distrito Federal para asistir a sus fuentes de trabajo, pues la escasa industria existente no absorbe ni siquiera el 5% de la población no ocupada; de acuerdo a los padrones de las Direcciones de Recaudación Fiscal y Servicios Públicos, la población económicamente activa ocupada en el municipio, está constituida por 24,149 habitantes porque cuenta con sólo 13 microempresas, 4,846 comercios establecidos registrados y 5,650 dedicados al comercio semifijo y ambulante. De tal suerte, la economía municipal sólo cuenta con dos ramos de importancia: el servicio de transporte público, el cual pertenece a la jurisdicción de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y constituye uno de los problemas sociales más graves del municipio; y el comercio establecido y ambulante, que mantienen un flujo constante de población hacia el Distrito Federal y otros municipios para el abastecimiento de mercancías, y es la única actividad económica rentable para los habitantes por ser un municipio dormitorio.
Sin considerar a los pocos jóvenes que estudian fuera del municipio y a los profesionistas que laboran por igual, podemos afirmar que el índice de migración diaria es mayor del 68%. En tanto que la fuerza de trabajo emigrante representa el 56%, la población económicamente activa ocupada en el municipio, tan sólo representa el 7.1%.
La cabecera municipal es llamada Ciudad Nicolás Romero.
Cuatro Pueblos Fabriles: El Progreso Industrial, ubicado a 6 kms. de la cabecera municipal; aquí funcionó la fábrica de papel más grande de México, la actividad económica es el comercio.
Barrón: Que nace alrededor del auge textil iniciando en 1847 ubicado a 4 kms. de la cabecera. El comercio es su principal actividad.
La Colmena: El origen de este poblado es idéntico al anterior. Funciona una fábrica de cartón corrugado. San Ildefonso: Nace en 1847, es la única industria del siglo pasado que sigue funcionando.
Tres Pueblos Coloniales, que son transfiguración: Poblado rural dedicado a actividades agropecuarias con poca actividad comercial.
San José el Vidrio: También se puede considerar poblado rural, con actividad agropecuaria y alto índice de comercios.
San Juan de las Tablas: Eminentemente agrícola y con riqueza forestal.
Tres Pueblos Prehispánicos Que Son: Cahuacán, Tlillan San Miguel Hila y San Francisco Magú
 
Dirección General de Educación del Estado de México tiene registradas en el municipio 61 escuelas de preescolar, la Dirección de Educación Cultura y Bienestar Social del Ayuntamiento ignora la existencia de ese registro, la Subdirección de Educación de la misma confirma sólo 50 escuelas y, por su parte, los Consejos de Participación Ciudadana especulan sobre la existencia de más de 70 escuelas de preescolar de tipo clandestino. Aún cuando no existe ningún censo con relación a éstas, resulta más confiable la información última por el hecho de que en septiembre de 1996 se inscribieron 3,382 niños a preescolar y 7,384 a primer año de primaria; es decir un 46% más de lo registrado por la Dirección General de Educación. Y hasta noviembre de 1998 no existe un solo dato oficial en la Dirección de Educación Cultura y Bienestar Social del Ayuntamiento.
El segundo problema más grave que enfrenta el municipio de Nicolás Romero a fines del siglo XX es el educativo.
Para junio de 1997 el sistema educativo del municipio contaba con 61 escuelas registradas para el nivel preescolar: 33 estatales y 28 federalizadas, lo que representaba el 32.10% de la infraestructura educativa; 112 escuelas primarias: 53 estatales y 59 federalizadas, que correspondían al 47.30% de la misma; 31 escuelas secundarias: 18 estatales y 20 federalizadas que eran el 16.30%; y 5 escuelas del nivel medio superior del sistema estatal, siendo tan sólo el 4.20% de todo el sistema educativo en el municipio.
De la población contable de 116,414 menores de 18 años se encontraban en la misma fecha 3,382 en preescolar, 36,186 en primaria, 13,223 en secundaria y solamente 2,299 en el nivel medio superior, sumando un total de 57,620.
De acuerdo a estos datos, la capacidad de absorción del sistema educativo del municipio, para esta población estudiantil es la siguiente: el nivel preescolar absorbe al 2.90% de los alumnos, el nivel de primaria al 31.08%, el nivel secundario al 11.35% y el nivel medio superior tan sólo al 1.97%. Confrontando estos datos, encontramos los resultados expuestos en la tabla 3.
Tabla 3. Sistema Educativo Municipal (junio de 1997)
Fuentes: Secretaría de Educación, Cultura y Bienestar Social,
Gobierno del Estado de México; Encuesta realizada por el autor.
 
Nivel
Infraestructura
Total de los menores
Preescolar
32.10%
2.90%
Primaria
47.30%
31.08%
Secundaria
16.30%
11.35%
Media Superior
4.20%
1.97%
Sin escuela
52.70%
Si suponemos que los alumnos capturados en los niveles preescolar, básico y medio básico son todos los menores de 16 años y suman 52,721, siendo el 46%, podemos determinar que los restantes 63,623, incluyendo a los menores de seis años, es decir el 54%, son los mayores de 16 años, y de ellos solamente 2,299 se encontraban estudiando en el sistema educativo municipal; lo cual nos indica que en junio de 1997, mientras que el 100% de los menores de 16 años se encontraban estudiando, solamente el 3.6% de los mayores de esa edad continuaban sus estudios, quedando 61,324 jóvenes al margen de la educación. De los jóvenes que egresaron de la secundaria desde junio de 1994 hasta junio de 1997, el 96.40% quedó marginado del Sistema Educativo Nacional y, por ser menores de 18 años, también se marginan del sistema de producción y de consumo. Sin considerar a los pocos que aprobaron el examen único de admisión a preparatoria, y a los que estudian fuera del municipio, la contribución que realiza el sector educativo municipal a la sociedad de Nicolás Romero, es únicamente la producción de marginación social del 18.17% anual.
Tomando como base el número de alumnos inscritos en el tercer grado de secundaria en el periodo lectivo 1996-1997, podemos determinar el porcentaje de crecimiento de la población mayor de 16 años y menor de 18, conforme egresan del tercer año de secundaria por medio de las generaciones inscritas en los diversos grados durante el mismo periodo escolar. Los datos se muestran en la tabla 4.
Tabla 4. Aumento del porcentaje de alumnos egresados de Educación Secundaria.
Fuente: Extrapolación realizada por el autor.
 
Periodo Escolar
%
1998 – 1999
49.97%
1999 – 2000
57.88%
2000 – 2001
65.27%
2001 – 2002
63.80%
2002 – 2003
57.88%
2003 – 2004
87.31%
En junio de 1998 egresaron del tercer grado de secundaria 4,395 alumnos, en junio de 1999 egresarán 4,886, en junio del 2000 serán 5,912, en junio del 2001 egresarán 6,224, para junio del 2002 serán 6,515, para junio del 2003 serán 6,457, para junio del 2004 egresarán 6,224, y para junio del año 2005 egresarán 7,384 alumnos.
De no existir una infraestructura educativa de nivel medio superior que sea capaz de absorber el 80% de esta población, Nicolás Romero corre el riesgo de tener los índices más altos de vandalismo, drogadicción, prostitución y maternidad infantil en el estado de México; en tanto que para marzo de 1998 los índices de criminalidad aún resultaban envidiables para otros municipios como Nezahualcóyotl, Tlalnepantla y Naucalpan, porque el índice de criminalidad sólo representaba el 0.50% de los problemas que aquejan al municipio. (Tabla 4)
Los índices de drogadicción y vandalismo son aún bastante bajos en este municipio. Del 1 de enero al 31 de diciembre de 1997 fueron cometidas 1,755 faltas administrativas y aproximadamente 7 delitos graves. El problema de la maternidad infantil, en cambio, es mayor. De las adolescentes que egresaron de la secundaria "Sor Juana Inés de la Cruz" en el pueblo de San Francisco Magú durante los años de 1988, 89, 90 y 91, más del 80% fueron madres antes de cumplir los 17 años de edad. Para diciembre de 1997 sólo existían aproximadamente 10 grupos de jóvenes marginales, con una estructura que no reúne las características típicas de la delincuencia vandálica como se presenta en otros municipios; esto se debe a que la misma infraestructura urbana que ha impedido, por un lado, el desarrollo industrial, también ha evitado, por otro lado, el desarrollo de los movimientos contestatarios que ello acarrea. Grupos que coinciden con las colonias irregulares de tenencia de la tierra y zonas de extrema pobreza, como son: Jiménez Cantú, Juárez Barrón, Francisco I. Madero, Francisco Sarabia, Granjas Guadalupe, San Juan Tlihuaca, Ejido Azotlán, San Isidro la Paz y Loma de la Cruz.
Un problema más radica en la presión ejercida por parte de la administración educativa sobre los maestros, la injerencia de un partido político en la institución educativa, el abuso irracional de la administración escolar y la falta de coordinación del sistema educativo municipal por parte de los ayuntamientos, han logrado que la educación pública en el municipio dedique más tiempo al quehacer administrativo y cívico, descuidando el aspecto científico de la enseñanza, a tal grado que el porcentaje de conocimientos impartidos durante el período escolar l996-l997 fue sólo el 37.60% de los programas escolares, como lo muestra la tabla 5.
Tabla 5. Resultados del examen único de admisión al bachillerato aplicado por el CENEVAL
Fuente: CENEVAL
 
Asignatura
Indice de Aprobación
Español
3.8
Civismo
3.4
Historia
3.2
Geografía
2.3
Matemáticas
3.2
Física
2.2
Química
1.8
Biología
2.7
Promedio General
37.60%
De acuerdo al Centro Nacional de Evaluación (CENEVAL), el municipio de Nicolás Romero obtuvo durante los períodos escolares 1995-1996 y 1996-1997, el último lugar en el examen único de admisión a preparatoria. Ante la falta de una legislación promovida por la diputación federal para la creación de un sistema de evaluación escolar más objetiva y menos burocrática para los maestros, y ante las medidas ordenadas por la Secretaría de Educación Pública (SEP), estos se ven obligados a utilizar un sistema de evaluación que está prohibido jurídicamente en países como Japón, Alemania, Canadá, Estados Unidos de Norteamérica, Francia e Inglaterra. Y es la evaluación por medio de la máxima de aciertos a cuestiones respondidas, es decir, obligados a no tener demasiados alumnos reprobados, los maestros califican a partir de quien obtuvo mayor número de aciertos; si en un examen de 100 preguntas los alumnos responden solamente 30 y de éstas el número mayor de aciertos es de 26, a partir de este número se da la calificación de 10 hacia abajo, lo que significa que aún el alumno que obtiene un 10 de calificación, en términos reales se encuentra en un porcentaje muy inferior a la escala de conocimientos básicos.
Tabla 6: Egreso y capturación de alumnos.
Fuente: Dirección General de Educación del Estado de México;
CENEVAL
 
No. de alumnos
%
Egresados
3,942
100%
Aprobados
872
22%
Inscritos
1,342
34%
La consecuencia inmediata del bajo porcentaje de conocimientos impartidos durante la secundaria es la creación de un total estado de indefensión de los estudiantes para enfrentar el examen único de admisión a preparatoria, el cual no consiste en un examen, sino en un juego de azar, donde la nula preparación académica del alumno se convierte en un golpe de suerte para ingresar al nivel medio superior. De 3,942 jóvenes que egresaron de la secundaria en 1997, solamente 872 aprobaron el examen único de admisión; 1,342 reprobados en total fueron capturados por el Sistema Educativo Municipal.
De los 1,033 alumnos que se inscribieron en el periodo escolar 1996-1997, solamente 655 aprobaron el primer semestre, 378 desertaron, y de los 696 alumnos que estudiaban el segundo semestre, solamente 533 cursaron el tercero, dando un margen de 541 desertores de la educación media superior.
Si consideramos que de los 3,942 jóvenes que egresaron de secundaria en el mismo periodo escolar, 2,409 no ingresaron a preparatoria, así como 651 egresados de primaria no lo hicieron a primero de secundaria, nos da un total de 2,184 jóvenes menores de l8 años que quedaron marginados de la educación en tan sólo un periodo escolar, y que sumándolos a los marginados del periodo escolar 1995-1996, podemos calcular que para julio del año 2000, de mantenerse el descuido de esta población, tanto por los gobiernos federal, estatal y municipal, habrá en el municipio de Nicolás Romero más de 15,000 jóvenes mayores de 15 años y menores de 18 años en la completa ociosidad.
Para entender la problemática actual de Nicolás Romero, se debe considerar en primer término, que su crecimiento caótico y anárquico es el resultado de varios factores que se conjugaron al mismo tiempo con la problemática nacional, en cuanto a la relación que se da entre pobreza y aumento de la población, las cuales se conjugan al mismo tiempo, con el bajo nivel educacional. Esta simbiosis ha sido característica de aquellos países donde el desarrollo industrial es deficiente o sumamente escaso, generando comunidades en extremo pobres y con altos índices de población infantil en una competencia que no tiene fin, porque con el crecimiento anomial de la población crecen las necesidades y, por ende, las demandas familiares de satisfactores de vida, como son trabajo, educación, vivienda, vestido, etcétera; con ello, y está comprobado por la experiencia de muchos países, principalmente aquellos en los cuales la investigación científica aún permanece al margen del quehacer gubernamental en calidad marginal, que sólo disminuyen las probabilidades para obtener esos satisfactores, generando una gran cantidad de conflictos sociales como prostitución, alcoholismo y marginación social, principalmente.
En nuestro municipio basta notar el aumento de la población en aquellas comunidades en donde la tenencia de la tierra es irregular y, como consecuencia, existe una gran carencia de desarrollo económico. Por ejemplo, la escuela primaria de la Colonia Granjas de Guadalupe ocupa el primer lugar en el ámbito municipal, con una población de 2,312 alumnos, pues por su situación geográfica absorbe la mayor parte de los niños que provienen de las zonas de extrema pobreza, como lo son las colonias Flores Magón, Clara Córdoba Morán y San Isidro la Paz, marcando la gran diferencia del 68% superior, respecto a la población escolar de 720 alumnos en la escuela de la colonia Vicente Guerrero, cuya tenencia de la tierra está regularizada.
 El municipio de Nicolás Romero se encuentra en la región socioeconómica "C" en donde los salarios mínimos son los más bajos a nivel nacional. Esta situación se presenta por la gran cantidad de actividades extensivas y de autoconsumo.
La población económicamente activa corresponde a 65,096 habitantes, de los cuales el 96.7% estaba ocupada y el 3.3% estaban desempleados. La actividad económica en el sector terciario es la de mayor importancia, la cual absorbe el 51.02% de la PEA
La actividad industrial en Nicolás Romero es reducida y se destaca por la industria de la transformación y manufactura, principalmente de artículos textiles, productos de papel, cartón y madera, y la presencia de dos Plantas Hidroeléctricas.
Es conveniente señalar que el 61% de los habitantes de Nicolás Romero se traslada al Distrito Federal y municipios conurbados, para satisfacer sus demandas de empleo, salud, educación y comercio.
Cuando el municipio se convirtió en un dormitorio, la principal actividad económica, como consecuencia de ello, fue asumida por el comercio, tanto el establecido como el ambulante. Para enero de 1998 se encontraban registrados un total de 4,846 comercios establecidos y un total de 5,650 semifijos y ambulantes. Siendo mayor el número de éstos últimos a partir de la crisis económica de 1982, que orilló a gran parte de la población desempleada a buscar nuevas formas de subsistencia familiar, la cual encontraron en la economía subterránea. Este tipo de actividad tomó mayor fuerza en los municipios conurbados a la ciudad de México, por la fuerte migración que realizaron los citadinos hacia estos después del desastre telúrico de 1985. Tal situación, aunada a las constantes invasiones de tierra del territorio municipal y a la falta de preparación educativa de las administraciones públicas, crearían el marco histórico ideal para conformarse como una fuerza política con los intereses comunes suficientes para crear organizaciones de comerciantes capaces de implantar sus propios intereses por encima y en perjuicio de toda la población (recuérdese que los conflictos internos del Partido Revolucionario Institucional, cuyo descontento llevó al cierre, por dos ocasiones, de la única vía de comunicación y que afectó a toda la población en daños y pérdidas, fue llevada a cabo por estas organizaciones de comerciantes, provocando que los únicos beneficiados de este conflicto fueran, mediante el fraude, los conductores del servicio de transporte público).
Sin embargo, el factor más importante para la consolidación de estas organizaciones de comerciantes, fue la escasa educación de los gobernantes en turno que propiciaron no sólo su crecimiento, sino también su consolidación como fuerza política organizada. La necesidad de subsistir ante el desempleo por parte de los nuevos habitantes del municipio, el bajo nivel académico del Sistema Escolar y los intereses personales de las administraciones en turno, conllevaron a que el desarrollo del comercio en Nicolás Romero fuese un proceso cultural de compraventa de derechos por debajo de la ley, que culminó en que del total de comerciantes, a finales de 1998, el 53% se dedique a este tipo de comercio, y dada su capacidad organizativa se haya institucionalizado de tal forma que su crecimiento caótico ha impedido en mucho el desarrollo del comercio establecido en mayor escala; de ahí que su número sea mayor. Pero la fuerza política de éste no es en sí el número de habitantes que se dedican a esta actividad, sino el número de familias que dependen de ella, lo que recrudece aún más su complejidad. El comercio establecido que representa el 47% de esta actividad, refleja y comprueba la condición de municipio dormitorio, ya que del total de comercios 2,248 están dedicados a la venta de productos para la alimentación y, de estos, 1,563 se dedican a la abarrotería, 249 son tortillerías, 151 carnicerías y 116 panaderías. Cabe recordar que a raíz de la crisis económica de 1982, que se convirtió en inflación galopante en 1984, el Gobierno Federal adoptó como medidas económicas: paliativos de empleo, siendo uno de estos el concesionamiento, mediante amparos constitucionales, del servicio de transporte público a particulares. Esta medida tenía como único objetivo frenar el desempleo, y no crear una rama normada de la economía, por consiguiente, trajo como consecuencia el crecimiento caótico e irracional de este servicio y, por ende, permitió la organización institucional de este gremio, con la capacidad suficiente para imponer sus intereses propios en detrimento de toda la sociedad. Estas políticas económicas improvisadas afectaron aún más a los municipios dormitorio. Esta condición municipal ha permitido el crecimiento del comercio establecido dedicado a la rama automotriz, de ahí que este giro comercial ocupe el tercer lugar en el municipio y de él dependan 306 familias, siendo mayor el número (111) de talleres mecánicos.
Tabla 11. Principales actividades comerciales y de servicios.
Fuente: Dirección de Recaudación y Ejecución Fiscal,
H. Ayuntamiento de Nicolás Romero.
 
Giro
%
Alimentación
46.00%
Vivienda
8.00%
Automotriz
7.00%
Salud
6.00%
Educación
0.07%
El segundo lugar lo ocupa el comercio destinado a la construcción y mantenimiento de la habitación, dependiendo de éste 350 familias. Destacan los giros destinados a la venta de materiales para la construcción (93) y Tlapalerías (88). El cuarto lugar, con 265 establecimientos, lo ocupan los giros destinados a la salud, y entre ellos, el más numeroso es el dedicado a la rama farmacéutica, con 153 farmacias.
Al mismo tiempo, el comercio municipal revela el bajo nivel educativo de la población ante el consumo del mismo, ya que el municipio de Nicolás Romero sólo cuenta con tres librerías. Los giros de mayor importancia municipal los podemos señalar como misceláneas, talleres mecánicos y farmacias, como se muestra a continuación:
Sin embargo, para fines del siglo XX, el comercio establecido enfrenta dos graves problemas: la competencia desleal tanto del comercio ambulante como de él mismo; y los cobros irracionales por la renta de locales.
 
Tabla 12. Giros de importancia municipal.
Fuente: Dirección de Recaudación y Ejecución Fiscal,
H. Ayuntamiento Nicolás Romero.
 
Giro
Cantidad
%
Misceláneas
773
15.00%
Talleres Mecánicos
111
2.00%
Farmacias
153
2.00%
Librerías
3
0.07%
 
El primer problema es la consecuencia histórica de la conjugación de los factores que dieron origen al crecimiento caótico del municipio, pues si ya desde 1970 se había configurado como "frontera" metropolitana inmersa en una coyuntura favorable para su desarrollo, tales factores actuarían en sentido contrario a ésta. Pero principalmente fue por el bajo nivel educativo de las administraciones y, por lógica propia, su nula capacidad organizativa. Siendo el caso de que la primera administración pública con el mayor número de profesionistas operó a partir de enero de 1997. No es casualidad, entonces, que todas las políticas hasta diciembre de 1996 hayan sido de corte "empirista" y no de tipo económico.
Las primeras riadas de invasiones de tierra y la falta de una estructura industrial que pudiera absorber la mano de obra existente, le permitieron a las administraciones en turno descubrir la mina de oro que representaban, no sólo en votos electorales, sino en la necesidad de los nuevos habitantes de una fuente de ingresos familiares. Y en tanto que hubiese capital disponible y disposición de ellos para aceptar "las reglas del gobierno municipal", pudieron integrarse al tipo de comercio que quisieran, sin importar la competencia desleal comercial que pudiera existir. Un ejemplo claro fueron los inmigrantes que establecieron sus comercios durante el periodo lectivo gubernamental 1991-1993, en perjuicio de los comerciantes oriundos del municipio. Si bien los reglamentos sobre el comercio establecido que normaban a los municipios, establecían una distancia mínima de 200 metros entre producción y venta del mismo producto, la administración en turno, tal vez porque por su deficiente educación desconocía la función social de las leyes (y las leyes mismas), permitió el establecimiento de estos nuevos comercios con una distancia de 25 centímetros; es decir, sólo con la separación de una pared.
El segundo problema que enfrenta el comercio establecido radica en los cobros no racionales de la renta de los locales. Los constantes aumentos de ésta, en el caso municipal, no se realizan acorde a una situación económica nacional que pueda afectar el poder adquisitivo de los propietarios de los locales para aumentar los costos de la renta, sino que estos aumentos son considerados con relación a las ventas obtenidas en esos negocios. Partiendo de un ejemplo hipotético se puede comprender este problema: si una persona construye un local con un costo de $10,000.00 y obtiene una renta mensual de $1,200.00, en un plazo de 9 meses habrá recuperado la inversión realizada en la construcción, lo que significa que a partir del onceavo mes empezará a obtener un beneficio mensual de $1,200.00 sin erogación alguna, ya que los servicios requeridos son costeados por el comerciante. Otra posibilidad consiste en una renta mensual de $2,000.00, lo que significa que en un periodo de 5 meses habrá recuperado el costo de la inversión y que a partir del séptimo mes obtendrá un beneficio de $2,000.00 mensuales sin inversión alguna. En tal caso, el aumento de las rentas sería obligado por los ciclos inflacionarios, en cuanto a la pérdida del poder adquisitivo de la moneda a nivel nacional, y no al capricho usurero de las necesidades del dueño del local.
Sin embargo en el municipio sucede todo lo contrario; la renta no se establece acorde a la inversión realizada, sino en relación al giro comercial y a las ventas obtenidas en dicho comercio, sin considerar las inversiones constantes en la compra de los productos vendidos. Si una persona renta el mismo local y realiza una venta total de $10,000.00 mensuales, con una inversión constante de $7,000.00 mensuales, los dueños de los locales no se conforman con recibir una ganancia racional, sino que se quedan con una parte, a veces exagerada, de la ganancia de las ventas de las mercancías. Lo que significa apropiarse de los beneficios de los demás sin inversión monetaria alguna; es decir, obtienen un beneficio económico mayor sobre el trabajo y las ganancias, en detrimento de la persona que realiza la inversión constante, que realiza el trabajo, que paga los servicios de agua y luz, y que además le paga una renta.
Los resultados de esta problemática que se inició a partir de 1970, y que tuvo como base la carencia de una infraestructura industrial, han sido una fluctuación constante de giros comerciales y de aperturas y cierres de comercios, y es también el resultado de la educación que se imparte en el municipio, porque la institución educativa utiliza conceptos teóricos a partir de una posibilidad matemática y no de una realidad económica municipal.
De tal suerte, los habitantes del municipio tienen que enfrentar la falta de posibilidades de inversión para desarrollar el comercio establecido, encontrando que la inversión más factible a su necesidad es la de ingresar a alguna asociación o, mejor dicho, "sindicato" de comerciantes y convertirse en ambulantes.
Toda esta problemática tiene sus raíces históricas a partir del crack industrial que se suscitó con la desaparición del ferrocarril de Monte Alto y que dislocó toda la estructura económica del municipio.
En 1940 las principales actividades económicas eran la agricultura y la industria. Esta última se conformaba con las fábricas textileras de la Colmena, Barrón y San Ildefonso y la papelera de Progreso Industrial. El ferrocarril le daba a este sector la estructura de un corredor industrial dentro del territorio municipal. Los productos elaborados en las fábricas textileras eran transportados a la estación de Lerdo para ser trasladados al sistema principal ubicado en Buenavista y llevados al puerto de Veracruz, en donde se embarcaban al continente Europeo. La integración de la economía municipal a los mercados nacional y extranjero, por medio del ferrocarril, formaba parte del desarrollo económico nacional que se suscitó durante el porfiriato, con la construcción de miles de kilómetros de vías ferroviarias para comunicar a todo el país. En otras palabras, el municipio de Nicolás Romero contribuyó al auge, desarrollo y consolidación del mercado interno nacional. Cabe recordar que uno de los ramales secundarios partía de la colonia Hidalgo a la hacienda de la Encarnación, para transportar al mercado los productos agropecuarios producidos en ella.
Una característica muy particular, que diferenciaba al municipio del resto de los demás, era que a la par de esta industria coexistía la agricultura de temporal de tipo ejidal. En 1917 el tipo de propiedad agrícola que predominaba en el territorio era el ejido, al cual se destinaba el 80% de la actividad económica. Si por una parte, la rama industrial se encontraba ligada a los mercados nacional y extranjero, por otra parte la agricultura se integraba a una economía de autoconsumo en la producción de maíz, haba, frijol, calabaza, legumbres, lácteos, huevos y se reforzaba, para el consumo alimenticio, con el chinicuil, el chapulín, caracoles y el huitlacoche. En la cría de aves de corral, ganado ovino y lanar, reforzada con animales silvestres como el ciervo y la liebre de campo, de tal suerte que mientras la industria mantenía bajos los salarios, la agricultura de autoconsumo abastecía de alimentos a la población y, por otra parte, el ferrocarril abarataba los costos de transportación que le permitía al municipio integrarse a los mercados nacional y extranjero. Si bien la agricultura no generaba un excedente para sus propietarios, permitía mantener estable el poder adquisitivo de los salarios. De tal forma que si por un lado impedía el enriquecimiento de los habitantes, por otro lado era una muralla que impedía también su empobrecimiento.
Pero el ferrocarril no sólo funcionaba como un medio de transporte, sino que mantenía un doble papel en la economía municipal. Si se considera que el auge de la industria en Nicolás Romero estuvo conformada dentro del periodo histórico de la extracción de la plusvalía absoluta, en la cual la industria requería de grandes cantidades de mano de obra, y que por ello era necesario que las familias fueran numerosas, el ferrocarril representó una fuente de trabajo que podía absorber una parte del ejército de reserva de la fuerza de trabajo que no podía ser captada por el sector industrial. Cabe recordar también que al finalizar la Revolución Mexicana muchos habitantes del municipio se encontraron ante el dilema de poseer grandes cantidades de tierra pero sin capital liquido para invertir y capitalizar la agricultura, al igual que muchos peones que no pudieron adquirir tierras; para ellos el ferrocarril representó, también, una fuente de trabajo. Por otra parte, era el agente principal, entre la compra de insumos para la industria y la venta de los productos elaborados en el municipio. De tal suerte que toda la economía municipal giraba en torno al ferrocarril de Monte Alto.
La caída económica tuvo su primer antecedente en el campo de la división internacional del trabajo. Es a partir de 1930 que se da en México el cambio del patrón económico: de la agricultura a la industria y la sustitución de importaciones. Antes de ese año, el país se ubicaba en esa división como exportador de materia prima e importador de productos manufacturados. El segundo antecedente, y el más importante, es la presión que ejercieron las economías agresivas, principalmente la norteamericana, sobre el Estado mexicano para realizar mayores inversiones en la industria automotriz. Esto conllevó a las políticas económicas del país a desatender a la industria ferroviaria, lo cual implicó la desaparición de muchos ramales ferroviarios que estuvieran fuera de las rutas principales. No sucedió como en muchos países europeos, que una parte de las inversiones hacia los medios de transporte fue destinada a la modernización de los ya existentes, al grado de que en el continente Europeo el ferrocarril continúa siendo un medio de comunicación de la misma importancia que los satélites, ya que une las capitales de toda Europa, desde Londres, Inglaterra, hasta la ciudad de Moscú en la ex Unión Soviética.
Con la desaparición del ferrocarril de Monte Alto, entra en franca decadencia el sector industrial, hasta el cierre de las fábricas de Barrón y La Colmena, afectando a toda la economía municipal. A partir de ahí, se inicia la venta lenta y paulatina de grandes extensiones de tierra, para subsanar la pérdida del poder adquisitivo; se pierde gran número de plazas de trabajo y se inicia el éxodo diario de la población a las fábricas de Tlalnepantla, Naucalpan y el Distrito Federal.
La agricultura se convirtió entonces en la principal actividad económica, sin embargo, estuvo destinada al fracaso por varios factores: la propiedad privada se encontraba descapitalizada, ya que enfrentaba la falta de capital líquido para invertir en ella y, por ende, la falta de inversión en tecnología, así como un transporte viable para traerla al municipio. El ejido por su parte, se encontró ante un rezago total que no le permitió ninguna posibilidad ni de recuperación ni de producción y, a pesar de encontrarse sobre un subsuelo rico en mantos friáticos, dependió como unidad económica hasta sus últimos días de la temporada de lluvias.
Sin embargo; no fueron estas condiciones económicas las que transformaron el municipio de Nicolás Romero de un corredor industrial a un municipio dormitorio. Al desaparecer el ferrocarril de Monte Alto, el municipio se encontró en una coyuntura históricamente ideal para convertirse en un próspero municipio agropecuario, la que duró hasta 1970, en que se descubre la punta del iceberg de la crisis agraria en México. Esta coyuntura consistía en el dilema municipal de convertirse en un municipio agropecuario, ya que contaba con las tierras ideales para la agricultura y una gran riqueza de mantos friáticos y al mismo tiempo no ofrecía ningún atractivo, por su situación geográfica tan alejada de la zona urbana y su carencia de vías de comunicación, para atraer más pobladores a residir en él. O bien, convertirse en un municipio dormitorio, al cual la orografía no le permitía la creación de fábricas para absorber mayor fuerza de trabajo.
El convertirse en un municipio dormitorio fue la obcecación y capricho de un solo hombre, quien desde la cúpula de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), por medio del sindicato de obreros de la fábrica papelera de Progreso Industrial, impuso a los habitantes del municipio a sus predilectos como gobernantes, hasta 1994. Al colocarse como dueños absolutos del partido oficial, pudieron consolidarse dentro de él y, con esto, lo convirtieron en el "sindicato del pueblo" para beneficio de ellos mismos, quienes permitieron mediante la tolerancia del Gobierno Municipal o, mejor dicho, mediante la venta clandestina, las invasiones de tierras. Contrariamente al desarrollo del progreso del municipio, que exigía que estas tierras se vendieran a pocos empresarios para la fundación de nuevas fábricas, se decidieron por el reverso del progreso al anteponer su beneficio personal, con la venta de un solo predio a miles de familias, exclusivamente para casa habitación y no para crear fuentes de trabajo. Es por ello que mantuvieron dos características típicas de gobierno: su bajo nivel educativo, que propició el crecimiento caótico tanto de la economía como de la población, y sus afanes de enriquecimiento personal. Y no obstante haber sido el causante de que el municipio haya tomado el rumbo contrario a la lógica de su desarrollo en esa coyuntura y con ello la ruina de todo el municipio, en el año de 1995 el pueblo de Nicolás Romero le erigió, como un magno monumento, la Universidad Tecnológica "Fidel Velázquez".
Para iniciar el siglo XXI la única fábrica que logró subsistir de ese corredor industrial es la fábrica textil San Ildefonso. Pocos años atrás fue definitivamente cerrada la papelera de Progreso Industrial.
Para 1998 el municipio sólo cuenta con trece microempresas y una importante distribuidora cervecera; dos fábricas textiles en San Ildefonso y Barrón; tres dedicadas a la elaboración de productos plásticos: Pagani S.A. en la colonia El Tráfico, Oro Plast y Morales Hinojosa Hnos. en la colonia Himno Nacional; una maquiladora: AIM S.A. en la colonia Vista Hermosa; dos Fábricas manufactureras: Tiroles S.A. en San Francisco Magú y Gadi S.A. en la Francisco Sarabia; una empresa editora de enciclopedias: Grupo Cultural Barrón en el fraccionamiento Arcoiris; una fábrica de corrugados en la Colmena; una impresora de cierta importancia en la colonia Vicente Guerrero y una elaboradora de Botanas en la colonia Zaragoza.
Sin embargo, y como resultado del crecimiento caótico del municipio, este sector mantiene una complejidad que impide su crecimiento como sector económico: la distribuidora cervecera ocupa muy poca mano de obra y obtiene ganancias millonarias sin producir absolutamente nada; la fábrica manufacturera, Tiroles S.A. exporta sus productos al mercado internacional y carece de capital para aumentar su fuerza de trabajo y su producción; la maquiladora AIM S.A. es la que posee el mayor número de trabajadores, aproximadamente 400, tiene posibilidades de ampliar sus plazas a 1,200 costureras, sus productos se destinan directamente a los Estados Unidos, no tiene mercado en el territorio nacional y sin embargo los trabajadores carecen de salario formal; la mina de arena Santa Fe tiene importancia en este sector por el monto de inversión empleada en tecnología.
El principal problema que le afecta a este microsector empresarial es la falta de una infraestructura de vías de comunicación para fortalecerse en el mercado nacional. De ahí que la Vía Corta a Morelia, como una nueva vía de comunicación, para fines del siglo XX, ya no sea una alternativa económica sino una necesidad poblacional, amén de la falta de servicios en la pavimentación de las áreas periféricas de este sector, como es el caso de Botanas Querétaro y Tiroles S.A.
Otro problema que ha impedido el desarrollo de este sector, ha sido la falta de apoyos políticos por parte de las administraciones públicas para el aumento de su fuerza de trabajo, ya que si bien el municipio tiene una gran riqueza en la producción del ejército de reserva de la fuerza de trabajo mediante su sector educativo, esta fuerza de trabajo no tiene coordinación alguna por parte del Ayuntamiento para ser integrada al proceso de producción.
Y con la creación de las universidades, el principal problema al que se enfrenta a fines del siglo XX, es la falta de coordinación entre este sector y el gobierno municipal y la falta de apoyos tecnológicos por parte de las universidades.
 
La migración de la fuerza de trabajo presenta dos problemas. El primero, en términos económicos, se presenta porque los gastos de insumos de las empresas, así como los gastos de los trabajadores, quedan detenidos en los municipios donde existen las fuentes de trabajo. De los ingresos que percibe el trabajador por su salario, el municipio solo recibía el 47% hasta noviembre de 1998, por medio del gasto familiar, ya que este salario se deteriora en un 53% por el pago del servicio de transporte público y esto considerando que el trabajador perciba dos salarios mínimos; es aquí donde se genera el segundo problema, y el más grave de todo el municipio, debido a que no existe ninguna legislación para este servicio pues se concesiona mediante un amparo constitucional. Este servicio producía en 1998 un monto aproximado de $1,349,460.00 de ingresos diarios, sin pagar impuestos reales de sus ganancias netas, y con un monto de ganancias por encima de la tarifa oficial de $21,546.00 por día. Para terminar el año de 1998 este servicio habría percibido, solamente de esa ganancia, la cantidad de $7,864,290.00 para los dueños de las unidades de transporte. Por otro lado, sólo por el pasaje mínimo de estudiantes al interior del municipio, percibían la cantidad de $184,384.00 diarios hasta diciembre de 1997, y en enero de 1998 de $230,480.00 diarios, con una ganancia ilegal de $12,906.88 por día. Nótese que esta cantidad no es liquidada por los salarios devengados por los trabajadores, es extraída del gasto familiar, minando aún más el poder adquisitivo de las amas de casa. Esta ganancia es ilegal por haberse elaborado una tarifa simulada en relación a la pérdida real del poder adquisitivo de los salarios de los consumidores, y porque se realiza un cobro mayor al establecido por la ley; además porque el ingreso neto percibido por los dueños de las unidades de transporte, los cuales no pagan el impuesto sobre la renta diaria de las unidades de transporte correspondiente, no se declara ante Hacienda y Crédito Público, a diferencia de las cuatro empresas de autobuses de transporte público cuyos ingresos netos son declarados al gobierno y ofrecen un mejor servicio; es decir, al no presentar una declaración de sus ingresos netos como personas físicas, están evadiendo al fisco y, por ende, defraudando al país.
Tabla 1. Estado de las unidades del Servicio de Transporte Público.
Fuente: Encuesta realizada por el autor.
 
Característica
%
Mal estado
83.0%
Pésimo estado
0.4%
Sucias
88.0%
Limpias
12.0%
No aptas
100.0%
Estos transportistas en nada contribuyen al desarrollo del municipio y sí, por el contrario, son los primeros beneficiados por las obras de infraestructura municipal en vías de comunicación. Si consideramos que la renta que cada unidad de transporte produce diariamente es entre $400.00 y $600.00, la ganancia de cada dueño de unidad es mayor a los $300,000.00 anuales, totalmente exentos de cualquier carga tributaria.
En términos de este ingreso, que es comparable a la renta producida por el servicio de transporte público de Toronto, Canadá, y que actualmente ocupa el primer lugar en el ámbito mundial en la prestación de este servicio, nuestro transporte contribuye a que el estado de México sea el número uno en prestar el peor servicio de América Latina, ante el desconocimiento, o tal vez la apatía, de los diputados tanto local como federal y los Consejos de Participación Ciudadana.
Para comprobar el bajo nivel, por no decir degradante, en que se realiza este servicio, se encuestó a 730 unidades de servicio público, las cuales representan el 25% del total de las unidades, desde el día 1 de enero al 31 de diciembre de 1997, con un recorrido de la colonia Hidalgo a Santa Mónica, de ida y de regreso, la cual arrojó los siguientes resultados: de 730 unidades encuestadas del tipo Combi, el 83% (605) se encontraron en mal estado, el 0.4% (3) en pésimas condiciones, el 100% (730) no están adaptadas para el transporte de once pasajeros y el 100% (730) transportaron once pasajeros, el 88% (624) realizaron el servicio completamente sucias.
En cuanto a la prestación del servicio, de acuerdo a la Ley Federal del Consumidor y a la Ley de Protección del mismo, los resultados demostraron una total violación a ambas leyes. De la misma encuesta se obtuvieron los siguientes resultados:
De 730 conductores, el 79% (576) tenían mal aspecto, el 83% (605) completamente sucios y mal vestidos; solamente el 1.6% (11) estaban limpios, el 100% (730) ignoraban la existencia de un reglamento de tránsito, el 87% (635) carecían de licencia vigente para conducir, el 99.95% (727) dio un pésimo servicio durante todo el año, y sólo el 0.5% (3) respetó su trabajo; el 100% (730) maltrató al pasaje, el 48% (351) no respetaron la tarifa, el 100% (730) excedieron el cupo legal de pasajeros, 8 conductores golpearon al pasaje por exigir un buen servicio, el 39% (286) insultó al pasaje por la misma razón, el 61% (439) amenazó con bajar al pasajero que exigió mejor trato, el 57% (432) descendieron a más de 110 kilómetros por hora, los tramos de Arcoiris y San Ildefonso. Y una sola infracción fue cometida 1,149,750 veces en todo el año de 1997. (Tabla 2)
 
Fuente: Encuesta realizada por el autor.
Tabla 2. Los Conductores del Servicio de Transporte Público.
 
Característica
%
Mal aspecto
79%
Sucios y mal vestidos
83%
Limpios
1.6%
Sin reglamento
100%
Sin Licencia Vigente
87%
Pésimos conductores
99.95%
Buenos Conductores
0.05%
Maltrataron al pasaje
100%
No respetaron la tarifa
48%
Sin embargo, a pesar del ingreso global diario que percibe este servicio, pocos son los que obtienen una ganancia racional del mismo. Como resultado de este pésimo servicio, las ganancias son destinadas a los talleres mecánicos y refaccionarias, puesto que el desgaste innecesario de las unidades de transporte conduce a un gasto excesivo e injustificable de mantenimiento y composturas. De los $180,384.00 que se percibe por el transporte escolar, se pagan únicamente de impuestos a la federación, por refacciones automotrices $136,080.00 diarios; impuestos que no son recuperados ni por el mismo servicio de transporte público ni por el municipio. Pero lo ilógico, es que este pésimo servicio recupera sus pérdidas absurdas con los aumentos de pasaje, sangrando aún más el gasto familiar, y al mismo tiempo ha cerrado un círculo vicioso que no permite el desarrollo de una economía municipal propia; porque anula, con los gastos innecesarios y excesivos, la posible inversión familiar en proyectos productivos, lo cual lograría el crecimiento de la población económicamente activa. Si partimos de un ejemplo hipotético de una familia compuesta por cinco integrantes, todos ellos ocupados, y percibiendo cada uno en promedio dos salarios mínimos de $28.40 pesos diarios, entre todos ellos generarían un monto de $1,988.00 pesos semanales; sin embargo, de ese monto generado, esta familia sólo dispone de $934.36 pesos a la semana, porque el gasto de transporte a sus fuentes de trabajo es de $1,053.64 pesos semanales. Si esta cantidad fuera ahorrada generaría un monto de $54,789.28 pesos anuales, suficiente para que esta familia pudiera invertir, a mediano plazo, en una pequeña empresa familiar.
Por el contrario; esta migración de la Fuerza de Trabajo hacia otros lugares contribuye a aumentar y fortalecer la población económicamente activa de esos lugares, en detrimento de la nuestra.
 
Nicolás Romero cuenta con espacios turísticos como el Parque Ecoturístico Tres Piedras, la Presa de la Colmena, Lomas del Río, El Sifón, San Juan de las Tablas, Miranda y el Casco de la ex-hacienda de la Encarnación,
Para la recreación es importante mencionar la unidadd deportiva "Sor Juana Inés de la Cruz" y el gimnasio municipal. Existen también canchas dispersas de fútbol, básquetbol, fútbol rápido, frontóny otros sitios de esparcimiento.
Las áreas verdes en la zona urbana que se pueden observar en Nicolás Romero están en: Plaza Cívica, la Colmena, la colonia Hidalgo, Progreso Industrial, Cahuacán, San Ildefonso y Benito Juárez, los cuáles resultan apropiados para la realización de actividades de recreación y esparcimiento.
 
Presidente municipal
Un síndico
Siete regidores de mayoría relativa
Seis regidores de representación proporcional
Organización y Estructura de la Administracion Publica Municipal
 Para su funcionamiento el ayuntamiento cuenta con las dependencias que enumera La Ley Orgánica Municipal, como es Secretario del Ayuntamiento, Tesorería y las siguientes direcciones: Administración; Adquisiciones; Gobierno Municipal; Vía pública; Desarrollo urbano; Obras públicas; Tenencia de la tierra; Educación, cultura y bienestar social.
Autoridades Auxiliares
Son autoridades auxiliares municipales, los delegados y subdelegados que se eligen en cada población, así como los Consejos de Participación Ciudadana de cada colonia y delegación.
Tanto las autoridades municipales como las auxiliares se eligen cada tres años, o cuando lo determine la Legislatura Local.
Regionalización Política
El municipio de Nicolás Romero pertenece al Distrito Rentístico y Judicial de Tlalnepantla. Políticamente a nivel federal pertenece al Distrito IV y localmente al XLIV, ambos con cabecera en ciudad Nicolás Romero.
 
La estructura urbana de Nicolás Romero es desordenada entre los elementos habitacionales, industriales, comerciales y de servicios, esto debido a que el crecimiento urbano se ha realizado en terrenos topográficamente accidentados, aunado a que el municipio no ha contado con un plan de desarrollo municipal acorde a las necesidades socioeconómicas de sus habitantes, así como por su cercanía a las zonas con mayor capacidad industrial.
La cabecera municipal tiene vacantes territoriales para el crecimiento urbano, principalmente en los ejidos de Cahuacán, Nicolás Romero y Azotlán; así como una gran cantidad de lotes baldíos dispersos alrededor de la zona urbana.
Como es una zona densamente poblada hace que circule una gran cantidad de vehículos de transporte público y particulares. Las vialidades primarias del municipio tienen problemas de congestionamiento en las horas pico, siendo más agudo en la zona centro de la cabecera municipal.
Los asentamientos humanos de mayor importancia establecidos en el municipio de Nicolás Romero se presentan en la cabecera municipal, San Ildefonso, la Colmena, Barrón, la Curva, el Puerto, Progreso Industrial, San José del Vidrio y Cahuacán. Las viviendas en general se construyen de tabique y concreto, con variantes en sus techos, desde láminas de cartón, metálicas, de asbestos y losas de concreto.
En todo el municipio existen asentamientos irregulares ubicados en terrenos ejidales, en zonas federales, así como fraccionamientos clandestinos; los de mayor importancia son: Axotlán parte Alta y Baja, San Juan Tlihuaca, Flores Magón, y el ejido de San José del Vidrio.
En el renglón de servicios, el agua potable en Nicolás Romero proviene de 3 fuentes superficiales y 22 pozos profundos, con un total de 3,621 metros cúbicos por hora. La red municipal de agua potable cubre 43,724 viviendas de un total de 49,647, lo que arroja una cobertura del 87.4%; las siguientes tablas presentan el sistema de suministro para las diferentes comunidades del municipio:
En cuanto al servicio de drenaje, 43,724 viviendas cuentan con este servicio, lo que nos da una cobertura del 88.1%. El sistema de alcantarillado mide aproximadamente 230 kilómetros; los colectores descargan a los arroyos: Las Víboras, Arroyo Grande, Concha y Colmena, que son tributarios de las presas de Guadalupe y el Rosario, ubicadas en Cuautitlán Izcalli y Tepotzotlán. Por su lejanía con las zonas urbanas, existen poblaciones que no tiene sistema de drenaje y alcantarillado; sus aguas residuales se vierten en fosas sépticas, barrancas o arroyos.
El servicio de energía eléctrica se proporciona a 48,924 viviendas, de un total de 49,647 establecidas en Nicolás Romero; o sea que el 98.6% de la vivienda municipal está electrificada.
La estructura vial del centro de población de Nicolás Romero resulta deficiente en la actualidad, lo que ocasiona largos recorridos de la población, así como el congestionamiento de las principales vialidades. Algunas de las vialidades que tienen este problema son: Nicolás Romero, 16 de septiembre, 1º de mayo, 20 de noviembre, Hidalgo, Iturbide, 6 de diciembre, Lerdo de Tejada y vialidades secundarias en donde hacen base las combis y microbuses, provocando conflictos viales.
La llegada de enormes cantidades de inmigrantes y su consecuente establecimiento anárquico en el municipio de Nicolás Romero, produjo desestabilización en el crecimiento urbano a partir de la década de los sesentas. Esta migración, aunque ha sido frenada en cuanto a las invasiones de tierra, ha mantenido una constante anual. Al cotejar la taza de nacimientos registrados en los años 1990 y 1991 con las inscripciones a primer año de primaria en 1996 y 1997 se puede establecer una media del 4.7% anual de inmigración, siendo que de 1994 a 1997 el índice de nacimientos mantuvo una taza constante del 0.9% de natalidad. Esto confirma la teoría de que el crecimiento poblacional en el municipio se debe a la gran cantidad de matrimonios jóvenes que arriban al territorio con más de dos hijos y no al índice de natalidad local. Dando como resultado que más del 63% de la población que constituye la sociedad de Nicolás Romero a fines del siglo XX, provenga de otros lugares.
Pero al mismo tiempo que esta taza de inmigración produjo una desestabilización urbana, no ha permitido la creación de una identidad municipal, sino todo lo contrario: la gran diversidad de orígenes que se confrontaron con el modus vivendi y aún agrícola de los entonces vecinos municipales, obligó a los recién llegados al descuido de sus propios usos y costumbres provincianas, para adaptarse un sistema apático y personal de vida, provocado por la situación geográfica que nos ubica como frontera económica.
Es en este sistema de vida en el que se ha desarrollado el sistema educativo; pero no como una institución bajo la cual se pueda promover una identidad municipal, sino por el contrario: la educación municipal ha contribuido, en mucho, al fortalecimiento de la corrupción de las instituciones, al evitar la intromisión de un Estado de Derecho en la formación académica de los alumnos para la resolución de los problemas comunes que afectan a la totalidad de los habitantes. Un ejemplo claro lo constituye la forma en que los más de 200,000 habitantes consumen diariamente el servicio de transporte público. La encuesta realizada durante todo el año de 1997 arrojó también los siguientes resultados: De los 20,350 usuarios que viajaron en las 750 unidades de tipo combi los 365 días, el 99% (20,348) viajaron incómodamente sin protestar; al 14% (2,920) les agrada viajar lo más incomodo y deplorable posible; el 97% (19,873) permitió el maltrato de los conductores sin protestar, el 57% (11,732) pagó una tarifa mayor a la establecida por la ley; también sin protestar; el 7.7%(1,583) prefirió bajarse de la unidad para no hacer valer sus derechos; el 100% (20,350) pagó por adelantado este pésimo servicio; solamente el 0.009% (2) protestaron por el mal servicio; 5 personas fueron injuriadas y agredidas por los conductores por negarse a viajar de manera incomoda; 8 fueron golpeadas por los mismos por exigir su derecho como consumidores. En enero de 1998 se informó sobre un aumento legal del 19%, autorizado por la Secretaría de Gobernación del estado a la tarifa del transporte público; sin embargo el aumento real fue del 23%, ante el beneplácito de los usuarios. Y aún cuando éste supera con el 18% más al costo del servicio de lujo del transporte canadiense, el sistema de operación de nuestro servicio se mantiene en los mismos niveles de prestación, es decir, se paga un costo de superlujo por un servicio nocivo y humillante. En otras palabras, en tanto que el servicio de transporte público de Canadá es el más lujoso y cómodo a nivel mundial en cuanto a su prestación y el más económico en cuanto a su costo, el nuestro es el más degradante y sucio en cuanto a la prestación de éste y el más caro en todo el mundo en cuanto a su costo. Y esto no es otra cosa que el resultado de lo deficiente que es el sistema educativo del municipio de Nicolás Romero. (Tabla 7)
Tabla 7. Estado del consumo en el Servicio de Transporte Público
Fuente: Encuesta realizada por el autor.
 
Viajaron incómodamente sin protestar
99%
Les agrada el maltrato
14%
Permitieron el maltrato
97%
Pagaron una tarifa mayor
57%
Desconocen sus derechos como consumidores
99%
Por una parte, la normativa exige los siguientes requisitos para concesionar este servicio a los particulares: tener una edad mínima de 35 años, licencia de tipo "A" de conductor, curso de manejo, cursos de relaciones humanas, de mecánica en general y conocimiento pleno de las leyes de tránsito; y una vez satisfechos éstos, exige: limpieza absoluta del conductor, corbata y camisa blanca limpia, no traer ayudantes (cacharpos), manejar a una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora, y descenderla a un máximo de 40 kilómetros por hora en zonas habitacionales y comerciales, no traer música ensordecedora y prohibe estrictamente competir (corretearse) con otras unidades. La misma normativa establece el total respeto a los usuarios y la prioridad de los transeúntes y vehículos particulares por encima de este servicio. Por otra parte, sin embargo, y para evitar que esta normativa sea del conocimiento público y pueda ejercerse de acuerdo a la Ley Federal del Consumidor por parte de los usuarios, la Dirección General de Transporte Terrestre ha establecido una "tarifa especial" para los dueños de las unidades del servicio de transporte público, mediante la cual se subsanan las dificultades de operación de éste sin importar dejar a los miles de usuarios en un total estado de indefensión ante el consumo que realizan.
Este Estado de Indefensión existe porque el Sistema Educativo Municipal se encuentra al margen de toda la problemática que sucede en el municipio y además por el bajo nivel académico del sector magisterial, ya que si bien el 80% de los maestros consumen diariamente este servicio, desconocen completamente cómo se constituye un Estado de Derecho. Prueba de ello es que el 93.07% del magisterio municipal ignora la existencia de esa normativa. Este consumo por parte de ellos demuestra su bajo nivel académico, al no aplicar los conocimientos elementales que imparten en las aulas escolares para descubrir los cobros ilegales del transporte público, porque si bien el aumento autorizado por la Secretaría de Gobierno en enero de 1998 fue del 19%, el cobro que se realizó fue del 23% durante el día; y del aumento autorizado del 20% durante la noche, se cobró el 40%, lo que comprueba que estos cobros ilegales son posibles debido a la escasa preparación científica del cuerpo magisterial.
Para finalizar el año de 1998 se demostró con toda su crudeza el bajo nivel educativo de los habitantes del municipio ante el segundo aumento del pasaje del transporte público que se realizó en menos de un año.
El 4 de diciembre fue anunciado oficialmente un nuevo incremento a la tarifa de viaje, del 18% en relación a la establecida el 1° de enero; en este sentido, el aumento que debió ser de $2.35 a $2.77 en el pasaje mínimo, debido a la compra de derechos por debajo de la ley por los presidentes de las rutas ante los gobiernos federal y estatal, aumentó en realidad de la siguiente manera:
Tabla 8. Aumento real del costo del pasaje del transporte público.
Fuente: Estudios realizados por el autor
 
Pasaje
Cantidad
%
Mínimo
de $2.35 a $3.00
27%
Intermedio
de $4.50 a $5.50
22%
Máximo
de $5.80 a $7.00
20%
Como se puede notar en la tabla 8, el porcentaje de aumento mayor recayó en el pasaje mínimo. En contra de toda la lógica no sólo de la realidad económica municipal, sino también en contra de lo establecido por las teorías de desarrollo económico, agravando aún más la pérdida del poder adquisitivo de las amas de casa y de la educación misma, ya que este aumento significará la pérdida de matrícula escolar del nivel medio superior y superior por parte de los jóvenes del municipio. Doblemente dolorosa esta situación, por sangrar al mismo tiempo el salario de los trabajadores del municipio para el beneficio exclusivo de los conductores de microbuses, en un municipio que, por ser dormitorio, no tiene una infraestructura industrial que pueda servirles como soporte para detener ese irracional aumento. Se puede afirmar por lo tanto que, bajo la aceptación complaciente de la diputación federal, se le impuso al municipio de Nicolás Romero el pasaje mínimo que le corresponde a una ciudad industrial y no a una ciudad dormitorio.
Tabla 9. Distinciones del municipio de Nicolás Romero a nivel nacional.
Fuentes: UNESCO; CENEVAL.
 
Lugar Nacional
Distinción
Primer Lugar
Reprobación del examen de admisión
al bachillerato
Primer lugar
Deficiencia académica magisterial
Segundo Lugar
Maternidad infantil
Al realizar un estudio comparativo de los aumentos de los salarios con las tarifas del transporte público, los resultados demostraron que durante el año de 1998 el costo del pasaje aumentó el 107% con relación a los salarios y, así mismo, en relación al año de 1997 el aumento real de las tarifas de transporte de servicio público fue del 57% en menos de un año.
Todo lo anterior conjugado significa que para finalizar el siglo XX, los salarios devengados por los habitantes de Nicolás Romero, por ser un municipio dormitorio, serán destinados exclusivamente a cubrir un solo objetivo: sostener y mantener económicamente a los conductores y dueños del servicio de transporte público, y lo más grave es que este servicio no paga ningún impuesto municipal.
Pero lo dramático en sí no es el aumento del costo del transporte, sino el hecho que, de los casi 3,000 maestros que laboran en el territorio municipal, ninguno de ellos notó la falsedad del porcentaje oficial. Y la única explicación que existe para ello concluye que el cuerpo magisterial del municipio, para iniciar el año 2000, aún no sabe aplicar las operaciones matemáticas más elementales en su vida cotidiana. Todo esto convierte a Nicolás Romero en la ciudad más atrasada educativamente en toda la República Mexicana; por ende, las distinciones que honran a todos los habitantes de este municipio a nivel nacional, son las siguientes:
Esta actitud mediocre de los maestros, como el ala intelectual de toda sociedad, hacia los problemas sociales del municipio, refuerza la cultura del uso de las costumbres por encima de las leyes, en detrimento a la posibilidad de implantarse un Estado de Derecho. Es por causa del Sistema Educativo que la característica de dormitorio se está reproduciendo al interior, al grado que resulta más factible para los estudiantes realizar su preparatoria fuera del municipio, por ser más barato que dentro del mismo. Si suponemos que un joven vive en la colonia Independencia y estudia en el Colegio de Bachilleres de ciudad Satélite, necesitaba en noviembre de 1998 un mínimo de $70.00 semanales sólo para asistir a clases, a diferencia de otro vecino que estudie en el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de México (CECyTEM) de la colonia Granjas de Guadalupe, el cual gastaba en la misma fecha la cantidad mínima de $75.00 semanales para asistir a clases. Pero para enero de 1999, debido al segundo aumento del pasaje, necesitaron $85.00 el primero y $90.00 el segundo, sin contar gastos de libros, ropa y útiles escolares. Para fines del siglo XX, de no intervenir el sector magisterial y de aprobarse un nuevo aumento en el costo del transporte público, significará la ruina total del Sistema Educativo Municipal.
La falta de un sistema educativo eficiente se puede comprobar al cotejar el aumento de la delincuencia entre los jóvenes del municipio. Para el año 1996 hubo un descenso del 11% tanto de menores infractores como de delitos y en 1997 hubo un aumento del 9% en relación a 1995; de la misma forma, en el primer trimestre de 1996 fue del 40% con relación al año anterior, para el primer trimestre de 1998 fue un aumento del 200% con relación a 1995. Destaca el aumento del delito de portación de arma prohibida, habiéndose cometido éste una vez en 1996, tres veces en 1997 y dos veces tan sólo en el primer trimestre de 1998. Y en tanto que los menores delincuentes de 14 años representan el 10.9%, los menores de l6 años son el 19.1% y los de 17 años el 27.3% de todos ellos, concordando estas edades con la edad de los jóvenes que egresan de la secundaria, a diferencia de los que egresan de la primaria, ya que los menores infractores de 13 años solamente representan el 5.4%.
Sin embargo, y gracias a la situación geográfica del municipio, los índices de delincuencia juvenil se mantienen bastante bajos con relación a otros municipios, ya que desde el 1° de enero de 1995 hasta el 31 de marzo de 1998, fueron registrados un total de 146 menores infractores en la Procuraduría del Menor; estos, con relación a la problemática global del municipio, sólo representan el 0.04% de la población total. Destaca como problema prioritario la marginación educativa del nivel medio superior. (Tabla 10)
Tabla 10. Problemas Sociales
Fuente: INEGI. Encuesta realizada por el autor.
 
Problemática
%
Analfabetismo
2.80%
Vandalismo
0.50%
Sin Escuela
18.17%
Delincuencia Juvenil
0.04%
Por otra parte, la delincuencia juvenil no existe en todo el municipio; a pesar de que el número de colonias en que se suscita representa el 58% del total, son sólo cinco en las que se concentra el 50% de los menores infractores; de éstas son la colonia Juárez Barrón la que concentra el 14.20% de ellos, la Francisco I. Madero con el 9.50% y las colonias Jiménez Cantú y San Isidro la Paz con el 7.58% cada una. De ellas, la más problemática es la Juárez Barrón, ya que concentra el 50% de todos los delitos cometidos por los jóvenes infractores; en la Francisco I. Madero se concentra el 33% y en las dos últimas el 26%, respectivamente.
Todo esto nos demuestra la coyuntura histórica en que se encuentra el municipio, ante la cual, y por lo mismo, existen dos alternativas para el siglo XXI: o se mejoran las condiciones de vida de los jóvenes adolescentes, por medio de una exhaustiva y permanente capacitación del cuerpo magisterial, en conjunto con las sociedades de padres de familia, y se aumenta la infraestructura educativa del nivel medio superior antes de terminar el siglo XX, para sentar las bases de un desarrollo racional; o bien el municipio, a pesar de representar la frontera que lo ubica geográficamente en esa coyuntura, manifestará las características sociales que padecen tanto el Distrito Federal como los municipios de Nezahualcóyotl, Chalco, Naucalpan y varios más. De tal suerte que la misma situación geográfica que hasta el momento ha sido favorable, será contraria para los habitantes del municipio. Recordemos que los asaltos y robos cometidos a los comercios establecidos en las avenidas principales son los de delincuentes y criminales que provienen tanto del Distrito Federal como de otros municipios, en una escala mucho mayor a la delincuencia propia del municipio. Sin embargo, aunque no es preocupante, y considerando que el número de menores delincuentes durante el primer trimestre de 1998 fue de 15 adolescentes, se debe tomar en cuenta que representan el aumento del 200% en relación al primer trimestre de 1995. Al mismo tiempo, mientras que en todo el año de 1997 se detectaron 3 delitos de portación de arma prohibida por adolescentes, tan sólo en los tres primeros meses de 1998 se detectaron 2 delitos de esa naturaleza. Finalmente, que la edad estándar de la delincuencia juvenil se establece en los 17 años de edad. Estos datos muestran el inicio de una problemática social que puede crecer y alcanzar altos niveles, como resultado del deficiente sistema educativo y de las políticas empíricas del gobierno municipal.
EDUCACIÓN

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Martin Lozano Sanchez | Crea tu insignia
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